Hijos de la Tierra

Estamos más que hartos de leer y escuchar información sobre el coronavirus. Si lo estamos es porque aún no existe cura y eso nos sumerge en una incertidumbre casi absoluta. Es imposible que exista alguien que goce con su propio miedo a lo desconocido o que disfrute fantaseando con la idea de que, si no toma las precausiones debidas, contraerá el virus y contagiará a toda su familia. Sin embargo, aún existen personas que se creen inmunes, inmortales, todopoderosas y cuya solidaridad y empatía son rotundamente nulas. No siento verguenza de lamentar que el virus no discrime entre responsables e irresponsables o, entre buenas y malas personas, pero ningún virus lo hace. Tampoco lo hacen los ácaros. A pesar de lo anterior, soy optimista y creo que venceremos, pero también creo que, para lograrlo, debemos recordar que La Tierra tiene vida propia y que este virus es para nosotros lo mismo que nosotros somos para la Tierra: la mutación de una mutación, una plaga mortal, una pandemia y que el COVID-19 viene a ser la cura que encontró la Tierra para mantener a raya nuestra curva de expansión. Para salvarnos es nuestro deber salvar a la Tierra y dejar de ser sus parásitos. No seamos íngratos y huyamos a Marte. Seamos como la tripulación de un barco que se enfrenta a una tormenta y que lucha por sobrevivir sin abandonar la nave y permitir que ésta se hunda frente a sus ojos. Seamos, de una vez por todas, seres dignos de la Tierra.

5 comentarios en “Hijos de la Tierra

  1. Hola Zoe. Estoy de acuerdo, muy de acuerdo que no hemos sido desde casi el inicio de nuestras vidas como Sapiens hijos respetuosos de la tierra. Sin embargo no se si es acertado pensar en términos animistas de una cierta revancha o acción de la tierra. Nuestra responsabilidad ha sido el crecimiento sin límite, habernos transformado en virus poblacional ocupando sin planificación los territorios. Estamos enfrentando la respuesta de aquello, la vida busca equilibrios, homeostasis, balance y esta pandemia podemos entenderla como tal, rebalancear la sobre población. La naturaleza no tiene sentido moral, solo equilibrios y estamos en esa lucha que la poca naturaleza que nos queda se resigna a entender.

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    1. No doy a entender que esto sea una revancha.
      La Tierra está viva, pero su vida no es humana. Los seres humanos son vengativos, pero ella no. Si lo fuera, habríamos desaparecido hace siglos.
      Quizás tenga un alto sentido moral y por eso no nos extermina.

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