Lo felino, lo humano y lo divino

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Como mencioné, anteriormente, mi nombre es Apolo, soy compositor de maullidos y no necesito comprobar lo que sé por medio de ningún tipo de axioma. Mi conocimiento sobre lo felino y lo divino es el gran legado de mis ancestros y data de tiempos inmemoriales, de generación en generación, antes y después de mí. Por esa razón, yo, al igual que los demás gatos, veo lo que muchos humanos quieren, pero no pueden ver, salvo algunas excepciones. Dicho esto, lo que expondré a continuación es algo que para ustedes es solo una hipótesis, por lo tanto, simularé que se trata de un microcuento de ciencia ficción y no de una historia basada en hechos reales. Como sea, no sé si recordarán a la bloguera furtiva que me rogó que la reemplazara durante su ausencia. Tampoco sé si viajar en el tiempo a través de una suerte de túnel que conecta dos puntos del espacio-tiempo, llamado Agujero de Gusano, les interese. Como no me importa para nada saber si la recuerdan o si les interesan los viajes en el tiempo, no derrocharé palabras e iré al grano. Una tarde, la susodicha y yo, encontramos una manzana con un agujero causado por un gusano que, después de hacer acto de presencia, desapareció frente a nuestros propios ojos. De inmediato, comprendí que aquel gusano había sido transportado a otro lugar y que el agujero de esa manzana era un puente para pasar de este universo a otro de los tantos multiversos existentes y que ambos podríamos correr la misma suerte del invertebrado, pero ella hizo caso omiso a mis señales de advertencia e introdujo uno de sus dedos dentro del agujero para tocar lo que parecía ser un gato igual a mí. La escuché gritar: Apolooooo, pero el brillo de lo que parecían ser estrellas en el interior de la manzana se intensificó y tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí, la manzana estaba opaca y no había ningún rastro de mi amiga. Mi corazón me dice que se encuentra bien y mi razón, que pronto volverá…más le vale. Reemplazarla no es algo que me agrade, ni siquiera sé cómo se llama, cuántos años tiene, ni a qué se dedica exactamente, pero la extraño. Soy torpe usando el abrelatas, no puedo servirme leche sin destrozar el envase y necesito que me cepille por las noches para no atorarme con mis pelos, por favor, si en tu actual dimensión estás leyendo esto, acuérdate de mí y ¡regresaaa!

( continuará…)