Les Champs-Élysées

2016-04-11_03-27-04

-Mira mamá, encontré esta botella verde en la arena, la abrí y saqué un rollo de hojas escritas en francés, ¿me las lees?

-Que raras son, parecen hojas de árboles y todas están ordenadas por números como si fuesen páginas… ven, siéntate junto a mí, la letra esta intacta, te leeré lo que parece ser la introducción.

«Había olvidado como era pisar tierra firme. Llevaba años a bordo de un lujoso barco rumbo a Los Campos Elíseos, dedicada exclusivamente a estudiar piano, al igual que los otros niños que viajaban conmigo. Iba en clase privilegiada, era alumna aventajada, recibía flores, aplausos y celebraba mis logros con champagne, disfrutando de la brisa y el sol. Sin embargo, mis compañeros tardaban más en aprender y aburrida, sintiéndome cada vez más sola, mis ansias por ascender a primera clase, lugar reservado únicamente para los mejores, se transformaron en un deseo tan profundo, que lo que antes amaba, ahora lo odiaba y furiosa, arrojaba las partituras, las flores y los aplausos, a la basura de mi propio desprecio y descaradamente me burlaba de los consejos de mi maestra, que no se cansaba de repetir que la música exigía más estudio que talento y un amor capaz de entregarlo todo, sin esperar nada a cambio. Para mí, que ya casi no dormía de tanto pensar y que durante las noches, vagaba por la cubierta, urdiendo absurdos planes para salirme con la mía, sus palabras eran tan ilusas, como exasperantes. Estaba dispuesta a semejante entrega, pero lo quería todo a cambio. Sabía que no era nada fácil subir a primera, pues era una escalera muy bien custodiada y aunque lograra engañar a los guardias, los empinados peldaños que tendría que enfrentar, me marearían y ese vértigo, sumado a mi nerviosismo y a esa maldita escalera que parecía no tener término, darían por resultado un fracaso tan ridículo como mis intentos y entre esa desalentadora ecuación o atarme al piano para practicar y ascender por mis méritos, me inclinaba por lo segundo, por lo debía partirme los dedos de ambas manos y quebrarme la espalda, todos los días, hora tras hora, pero apenas lograba subir un peldaño. Recuerdo que acababa de cumplir quince años, cuando un día, los inconfundibles compases de la Balada No.1 de Chopin llegaron hasta mí tan intensamente, que luchando por alcanzar esa música, intenté trepar por la paredes, para subir como fuera, pero resbalé y caí al mar. No sé cómo llegué a una isla abandonada y durante meses, cada vez que veía pasar a un barco, le hacía señas y gritaba «¡acá estoy, sálvenme!», pero nadie me oía y la embarcación pasaba de largo. Con el tiempo, ya acostumbrada a verlos pasar, no intentaba llamarlos y volteaba para mirar a otro lado, indiferente. Una tarde, las olas arrastraron hasta la arena, una botella verde, con un mensaje en su interior. Expectante, la destapé y extraje un trozo de partitura, en el que alguien, había escrito, «lee por el otro lado». Lo hice y me encontré con la palabra «escribe». Y en eso estoy ahora, partiéndome los dedos de ambas manos de tanto escribir historias en hojas de árboles exóticos, usando, en lugar de lápices, plumas de gaviotas untadas en una tinta inventada por mí, hecha a base de raíces machacadas, quebrándome la espalda, todos los días, hora tras hora, cada vez que la preparo, sin brisa, sin sol, sin flores, ni aplausos, ni champagne, ni nada que celebrar, con la certeza de que jamás conoceré los Campos Elíseos, siempre sola, desde una isla abandonada».

-Acá termina su narración, el resto son historias que ella escribió, pero no agregó ninguna pista sobre su ubicación y tampoco pide que la rescaten.

«Después de escribir cómo llegué hasta acá, reuní muchas hojas con mis historias, las enrollé, las introduje en la botella verde, la cerré y la devolví al mar. No agregué ningún dato sobre mi ubicación, ni pedí ser rescatada, solo me senté en la arena para observar como la botella se alejaba y mientras ésta se perdía entre las olas, recordé las palabras de mi maestra y  pensé que si tan solo una persona, solo una, leía mis relatos, nada habría sido en vano».

-Tal vez, ella descubrió que es feliz viviendo en su isla mamá, es mucho más entretenido ser una náufraga, que una pianista, ¡ella es libre!

«Hoy se cumplen quince años desde que cayera al mar y finalmente, debo reconocer que amo los atardeceres de mi isla, son tan hermosos que no los cambiaría por piano alguno… ¡soy feliz, soy libre!».

-Tienes razón, ella necesitaba libertad para encontrarse y ser feliz, además, escribió muchas historias. Vamos a casa, antes de dormir, ¡te las leeré todas!

«Quizás una niña que juega en la playa encuentre mi botella, se la muestre a su madre y juntas lean mis relatos y me comprendan, quién sabe, soy una náufraga, solo me queda imaginar…»

La vida es breve

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Al nacer, la botella que contiene nuestro tiempo comienza a llenarse y a subir su nivel cada segundo un poco más. Primero lo hace lentamente, después más rápido y cuando se aproxima el final, lo hace de forma vertiginosa, como si tuviese prisa. Jamás se rebalsa, pues contiene el tiempo preciso para llegar a su límite. La vida es breve, dura, frágil, pero sobretodo bella, no intentemos destrozar esa botella, ni derramar su contenido y luchemos por llenarla con agua cristalina y no con veneno.

Carpe diem

 

En algún lugar

En algún lugar

 

ALERTA GRIS, USUARIA EN PELIGRO, INICIANDO EL CONTEO EN CUENTA REGRESIVA, 10, 9,

-Apresúrate Nora, concéntrate en la niña pelirroja de la foto, intenta retener su rostro pecoso y memoriza su entorno, su ropa, su peinado.

-Profesor usted siempre exagera ¿realmente la niña está en peligro?

-Su vida depende de ti.

-Está bien, quería tomar una siesta, pero iré, déjeme ver su fotografía una vez más.

-Toma, puedes llevarla contigo, ahora prepárate, voy a conectar tu cerebro a la red, recuerda que es posible que experimentes una leve confusión, visión borrosa, cefalea, dolor de oídos y rash cutáneo.

8,

-Conozco los síntomas, mi último viaje fue un cóctel de efectos secundarios debido a una falla técnica con graves secuelas para mí, algo en el área del hipotálamo dijeron los de seguridad, ¿lo recuerda?

7,

-Tienes razón, lo había olvidado, mencionaron que podías presentar comportamientos obsesivos, fue impactante, tuvimos problemas serios y todo por no haber cancelado la factura a tiempo, que contrariedad, pero no me culpes a mí, culpa al sistema, yo no inventé la burocracia y la información del hipotálamo no salía en el tríptico de instrucciones.

6,

-Usted no decodificó esa información, yo la ví, esta impresa en la primera página, en binario y en QR, por lo demás ¿me está diciendo que nos habían cortado el servicio por falta de pago?

-¿Acaso no lo sabías?

6, 6,

-¡Obvio que no lo sabía, usted nunca me informó y ahora, descaradamente pretende enviarme a un viaje de rescate al pasado a salvar a una niña de diez años en peligro de muerte y ahora, recién ahora me lo dice?!

6, 6, 6,

-Epa, no te pongas así, conéctate y cierra la boca, que para eso te pago.

-Epa nada, le recuerdo que hace dos meses que no me deposita y ¿sabe qué?

-¿Qué?

-No voy a ninguna parte, que niñita ni que nada, no pretendo aventurarme por los años ’70 respirando un aire cargado de toxinas Mz4, escuchando música disco, mareada y con sarpullido mientras usted se cruza de brazos.

6, 6, 6, 6,

-Cobarde.

-Usurero.

-Eres una ingrata, yo fui el que te encontró vagando por las calles junto a un grupo de pandilleros y si te usé como mi conejillo de indias humana para demostrar mi teoría antideterioro y preservar tu juventud, fue bajo tu consentimiento Nora.

-Deje de manipularme con eso y despídame, atrévase de una vez por todas.

-Me atrevo, claro que me atrevo, lárgate, estás despedida.

-No me iré hasta que no me pague todo lo que me debe.

6, 6, 6, 6, 6,

-¿Idea mía o el conteo se trabó en seis…?

-Siempre se traba en el seis profesor, ajuste el cable verde o verifique la señal y reinicie.

-Debe ser el cable verde, espera, lo ajustaré.

5,

-Asunto arreglado, disculpa Norita, ¿en qué estábamos?

-No me paga, no invierte, ¿qué hace con el dinero profe, lo guarda en el colchón?

-No seas sarcástica Nora, la mujer que nos contrató es una anciana obsesionada con su pasado, pero cancela en efectivo, no en cuotas, esta algo «tocada», pero es millonaria y nuestra única usuaria frecuente, por lo que tiene certificado de garantía categoría NomplusUltra://  Ω.com, lo que traducido, significa que posee poder absoluto sobre nosotros y si no cumplimos con sus requerimientos, nos embargan, nos arrestan y nos encarcelan.

4,

-No me mires así, esa mujer me atemoriza, sospecho que oculta algo, pero es usuaria preferencial y VIP.

-¿Desde cuándo ofrecemos servicios vip?

-Desde hoy.

-Oportunista, lo acaba de inventar, nuestros equipos no están a la altura de entregar un servicio óptimo, están obsoletos y fuera de mantención, usted y yo lo sabemos de sobra.

3,

-Digamos que privilegio a mi equipo humano y tu valor y agudeza mental no pueden compararse con una maquinita, me extraña, creí que te valorabas lo suficiente como para saberlo, pero ahora veo que no.

2,

-Evidente que soy mejor que todas sus porquerías de maquinitas ¿qué se cree?

-Qué más da, ya estás fuera, te acabo de despedir.

-Conécteme.

-No lo haré.

-Que me conecte le digo

1,

-Está bien, no te enfades, pero conste que si la conexión falla no es mi culpa.

-Deme la foto de la mocosa y avísele a la anciana obsesiva que su viajera estrella va en rescate.

-Perfecto, sabía que no renunciarías.

0,

-Por cierto, ¿quién es la usuaria?

-Tú.

-¿Cómo?

-Tú, la usuaria eres tú.

-Imposible, usted mencionó a una anciana.

-Exacto, eres tú en el futuro.

REACTIVANDO CÓDIGO EMERGENCIA, USUARIA EN PELIGRO

-Entonces ¿su teoría antideterioro fracasó?

-Las teorías no son tu fuerte, lo importante es que nadas en dinero y mucho.

-¿Sugiere acaso que me hice millonaria trabajando para usted?

-En efecto.

-¿Y que además lo contrato innumerables veces?

-Tal cual.

-¿Para salvar a quién?

ALERTA GRIS MUTANDO A NEGRA, REDEFINIÉNDO TONO

-A ti, siempre me contratas para salvarte, la vez pasada la bebé que rescataste eras tú, hoy la niña de 10 años también eres tú, créeme, me extraña que seas tan insegura y confíes más en mis máquinas que en ti misma… en fin, tal vez los del service tenían razón y tanto viaje te afectó el cerebro, cómo sea, ahora concéntrate en la niña de la foto, ya finalizó el conteo en cuenta regresiva.

PELIGRO, ALERTA NEGRA, REPITO, ALERTA NEGRA

-Al menos sé que volveré con vida…pero qué demonios hacemos profesor, esto es absurdo.

-Bueno sí, admito que es algo paradójico.

-Propongo no hacer nada de nada.

-¿Y la niñita?

-Ella estará bien, lo superará, por algo estoy aquí ahora ¿no?

MAYDAY, MAYDAY, MAYDAY

-Es cierto, la anciana no lo notará, pero a qué nos dedicaremos, juré consagrar mi vida a la ciencia.

ALERTA NEGRA, USUARIA EN PELIGRO, ALERTA NEGRA

-Por algo estudió astrofísica, lo sé, ahórrese su discurso.

-¿Nos miramos las caras?

-¡No sea ridículo!

S.O.S. ALERTA NEGRA, ÚLTIMO LLAMADO, S.O.S.

-Baje el volumen o apague esa cosa por favor, odio que repita alerta negra, hubiese preferido alerta roja.

-La apagaré, tranquila, ya sabes que siempre me emociono cuando mi carcacha pasa de código blanco a alerta negra en segundos, te confieso que extrañaré su aroma a cable quemado y la voz de Jack King mal ecualizada, pero tengo una idea, juguemos ajedrez, estoy harta, por enésima vez, mueve Nora.

-Pero si aún no comenzamos, recuerde que abortamos la misión por paradójica, además sus instrumentos están descompuestos y yo no quería respirar el Mz4 viciado de los ’70.

-Vaya excusa hermanita, estamos en 1978 y si no mueves ahora, te mato.

-No comprendo, ¿dónde está el profesor?

-Te recuerdo que me exaspera la imprecisión y que estoy harta de tu comportamiento errático y de tu falta de práctica.

-¿Sara, eres tú? Cálmate, baja esa arma, ya muevo ¿sí?

-Estoy apuntando justo a tu cabeza y estoy perdiendo la paciencia.

«Por favor sálvenme, había olvidado a mi hermana gemela obsesiva, vamos, concéntrense en mi foto, estoy en peligro de muerte, S.O.S., alerta negra»

-No digas que no te lo advertí.

El sonido del disparo retumbó contra las paredes y la sangre de Nora tiñó el tablero de ajedrez de rojo escarlata, color predilecto de Sara, quien entre risas, haciendo a un lado restos de cráneo y masa encefálica, movió su última pieza y feliz, exclamó jaque mate. Horas más tarde, el cuerpo sin vida de su hermana, fue encontrado semienterrado en el jardín, por el gato de la vecina, una escritora venida a menos, que al percatarse de lo sucedido, no dudó en llamar a la policía. Sin embargo, los peritajes para encontrar a Sara, quien después de apretar el gatillo del revólver, optara por darse a la fuga, resultaron infructuosos y según los expertos a cargo de la investigación, la hipótesis de que la pequeña sobreviva adoptando la personalidad de su difunta hermana gemela y olvide todo lo sucedido, es una posibilidad nula y rotundamente absurda.