Tengo la suerte de ser el suplente de un pésimo actor teatral uno que, ya sea por falta de talento o por cobardía, se niega a salir a escena sin dejarme otra alternativa que, noche tras noche, dar la cara por él. Egocéntrico, falto de profesionalismo y joven para ser tan explotador, poco le importan mis sentimientos y mi cansancio; para él soy un naipe comodín que le simplifica la existencia, pues aunque él desea ser el As, prefiere no mostrar sus cartas y ocultarse tras de mí. Como si nuestro teatro fuera un juego de póquer y él fuera un observador de un jugador, jamás ha enfrentado al público, pero lo critica como si lo conociera de sobra y, dándose ínfulas de experto, descaradamente se sienta en su camarín a darme charlas sobre el método Stanislavski, el comportamiento de las masas o cómo dominar el pánico escénico, mientras yo repaso sus líneas. Por él he recibido rechiflas, bromas de mal gusto, silencios angustiantes y uno que otro aplauso, aunque pocos. Supongo que al igual que muchos otros actores, espera una ovación cerrada, vítores, hurras, flores lanzadas desde la platea, pero yo solo soy un suplente, no un actor y como tal, no tengo autorizado salirme del libreto ni mucho menos, modificarlo. No descarto la posibilidad de que no empatice con su personaje, pero dado que la obra pertenece a la comedia del absurdo, su actuación podría ser magistral si el que interpretara su rol, fuera él y no yo, su suplente. No obstante, esta noche tendrá que llevar a la práctica todo su conocimiento teórico, pues me he reportado enfermo. Sé, porque lo conozco mejor que él mismo, que entre ocultarse entre bambalinas o salir a escena, optará por lo último y también sé que aunque esté muerto de miedo, sude, tartamudeé o le lancen uno que otro tomate podrido, saldrá digno. Yo, al menos, estaré feliz y lo aplaudiré de pie, porque después de semejante bochorno, me hará a un lado y será el primero en salir a escena y poco le importará si lo abuchean o lo ovacionan, ni se detendrá a pensar si tiene o no tiene talento, o si es un gran o un pésimo actor, pues gane o pierda, jugará al póquer, mostrará sus cartas, actuará y no volverá a esconderse tras de mí, que tendré la suerte de haber sido el suplente de un espléndido actor teatral.
Toda una estratégia terapéutica. Ya veremos la obra. Un beso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Saldrá adelante sin necesidad de ocultar su yo. Te lo aseguro.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te felicito por esta obra pues me gusta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias!
Me gustaMe gusta
Bonjour ou bonsoir
l’arrivée du printemps ZOE
Le beau temps nous est promis
Le soleil se rapproche
Chaque jour un peu plus
Là on se sent mieux , le moral reviens
Certains vont jardiner
Les arbres et les fleurs vont fleurirent
(lilas , tulipes ,muscaris ect…)
Nous allons respirer le bon air
Sentir ce beau parfum de printemps
Entendre le chant des oiseaux et voir les premières hirondelles
Belle journée ou soirée
Bisous Bernard
Me gustaLe gusta a 1 persona