Hijos de la Tierra

Estamos más que hartos de leer y escuchar información sobre el coronavirus. Si lo estamos es porque aún no existe cura y eso nos sumerge en una incertidumbre casi absoluta. Es imposible que exista alguien que goce con su propio miedo a lo desconocido o que disfrute fantaseando con la idea de que, si no toma las precausiones debidas, contraerá el virus y contagiará a toda su familia. Sin embargo, aún existen personas que se creen inmunes, inmortales, todopoderosas y cuya solidaridad y empatía son rotundamente nulas. No siento verguenza de lamentar que el virus no discrime entre responsables e irresponsables o, entre buenas y malas personas, pero ningún virus lo hace. Tampoco lo hacen los ácaros. A pesar de lo anterior, soy optimista y creo que venceremos, pero también creo que, para lograrlo, debemos recordar que La Tierra tiene vida propia y que este virus es para nosotros lo mismo que nosotros somos para la Tierra: la mutación de una mutación, una plaga mortal, una pandemia y que el COVID-19 viene a ser la cura que encontró la Tierra para mantener a raya nuestra curva de expansión. Para salvarnos es nuestro deber salvar a la Tierra y dejar de ser sus parásitos. No seamos íngratos y huyamos a Marte. Seamos como la tripulación de un barco que se enfrenta a una tormenta y que lucha por sobrevivir sin abandonar la nave y permitir que ésta se hunda frente a sus ojos. Seamos, de una vez por todas, seres dignos de la Tierra.

Dedicado a la Luna

Como soy una fiel admiradora de la Luna no puedo dejar pasar el reciente suceso astronómico y, aunque eso signifique interrumpir mi descanso veraniego, compartir una información que encontré en internet de cómo ella influye en muchos de nosotros. Definitivamente, siempre seré una noctámbula lunática y mi musa inspiradora será siempre ella, la sagrada y misteriosa Luna.

Luna Nueva/Cuarto Creciente – Acetilcolina.

Se trata de la primera semana del ciclo lunar, en el cual nos volvemos más sensibles, aptos a las actividades grupales y más receptivos a lo emocional. Esa semana se caracteriza por mucha energía, pero poca concentración: “las personas tienen buena energía y vivacidad y están abiertas a nuevas ideas”; principalmente porque la acetilcolina se asocia con la memoria y el aprendizaje. Por ello se considera que la luna nueva es ideal para iniciar nuevos proyectos, sembrar plantas, ideas, imágenes, intenciones y aprovechar la energía ascendente.

Cuarto Creciente/Luna Llena – Serotonina.

Es la segunda semana, la ontosomática, la cual posee mucha energía, concentración mental y creatividad. Aquí, se recomienda encontrar un espacio solitario para aprovechar los momento de lucidez en los que participa la serotonina; como por ejemplo, las funciones orgánicas que regulan el estado de ánimo. Nos podemos sentir saciados y plenos, lo cual puede “desbordarse” si no se canaliza en un espacio reflexivo de trabajo y cultivación personal.

Luna Llena/ Cuarto Menguante – Dopamina.

La semana de la dopamina, o la ecosomática, es una semana de distracción y divertimento, involucrando las actividades sociales y ecológicas –como la empatía–. Está asociada con las experiencias que nos producen placer, pereza y relajación.

Cuarto menguante / Luna nueva – Noradrenalina.

La semana de lo exosomático es una fase de –huir o pelear–, como un estado defensivo en el que, intrínsecamente, queremos protegernos. Se dice que hay mucho análisis y poca inspiración, pues se trata de un estado hiperbinario, unidireccional y agresivo. Es un regreso, aunque parcial, al cerebro reptiliano: “Si no dilapidamos nuestra energía, será más fácil superar esta semana de fragilidad nerviosa.

ADOPTA UN ESCRITOR

Entrevista a Zoe Ruiz

December 13, 2018

Zoe Ruiz es una vieja amiga a la que ya entrevistamos hace un tiempo. Recientemente ha relanzado su libro “Sueño de una noche de Relatos” publicado por la editorial Luz azul Ediciones.

Nos gustaría que nos hablaras un poco más sobre tu libro“Sueño de una noche de Relatos”, los lectores desean saber por qué deberían comprarla.

Desde antes de publicar Sueño de una noche de Relatos, siempre tuve presente que los lectores te juzgarán según el resultado final, porque lo que ellos leen es la obra y no todo lo que significó para el escritor crear esa obra. Son las reglas del juego, por así decirlo y no tengo ningún problema en aceptarlas. Yo elegí escribir y puse mi alma y mi corazón tanto en el contenido como en la calidad de mi libro y Sueño de una noche de Relatos, contiene historias conmovedoras, de una profunda ternura, pero que a la vez, son divertidas y filosóficas. Creo que la vida está compuesta por una sucesión de ciclos y este libro es el reflejo de uno que pronto cerraré y me siento feliz de haber podido plasmarlo mediante un conjunto de relatos que siempre estarán bajo mi nombre y bajo el título de mi primera obra literaria. Con toda sinceridad, pienso que la editorial que lanzó mi libro por primera vez me hizo un gran favor al disolverse como empresa, ya que mi libro no se hundió con ellos, ni quedó encerrado en ningún baúl de los recuerdos, sino que sobrevivió por sí mismo y resurgió con más ímpetu. Fue un duro revés y ningún escritor debiera pasar por algo así, pero de uno depende convertir los golpes en desafíos y las pruebas en posibilidades. Para mí, fue como si hubiera pintado un cuadro y tuviera que dar unos pasos hacia atrás para ver el resultado final y éste me sorprendiera así que, si lo he relanzado, es porque, en efecto, es un muy buen libro de relatos y los libros buenos hay que comprarlos.

¿Cómo te ha ido en todo este tiempo que llevas como escritora?

Increíblemente bien, porque no solo he aprendido sobre métodos de escritura, técnicas literarias y a como darle forma a ideas y conceptos abstractos usando palabras sencillas para crear una historia accesible y fácil de leer. También he aprendido que nunca dejaré de aprender en ningún aspecto y que no tengo que ser tan dura conmigo misma, porque soy persona y las personas no somos perfectas. He conocido a otros escritores y de entre todos ellos, he tenido la suerte de encontrar amigos infinitamente valiosos y queribles como un hermano. Resumiendo, creo que descubrir que soy escritora, ha sido uno de los acontecimientos más importante de mi vida y me siento orgullosa de serlo. Quizás, escribir es la llave que uso para abrir y cerrar las puertas de los sucesivos ciclos de mi vida y espero que cuando, finalmente, me toque cerrar la última puerta de mi fugaz existencia, lo haga con la paz de sentir que no le hice daño a nadie y que todo lo que hice lo hice porque yo elegí hacerlo y motivada por el amor.

El apoyo de la familia es muy importante para cualquier persona, ¿qué sentisteis cuando se vendieron los primeros ejemplares de tu libro?

Para mí, mi familia es sagrada y procuro no inmiscuirla en mis intereses personales, así que me resulta incompatible relacionarla con algo tan prosaico como las ventas de mi libro. Me basta y me sobra con saber que me aceptan tal como soy, porque cuando escribo, por ejemplo, hacen todo lo posible para no desconcentrarme. Eso, es una de las tantas demostraciones de cariño y de apoyo incondicional que recibo de mi familia y saber que están a mi lado, contra viento y marea es, lejos, una de mis principales motivaciones para crear y ser una agradecida de la vida.

¿Qué te está aportando tus creaciones?

¡Muchísimo! Porque escribo inspirada en una cadena de inspiraciones. Desde música, cine, teatro y pintura, hasta grandes clásicos de la literatura universal y de escritores nuevos como yo. También en algo de ciencia, de filosofía y en algo de publicidad, porque es mi profesión y es mucho más que mero marketing. Mis creaciones me han hecho crecer y evolucionar como persona.

¿Cómo continúas promocionándote?

Lógicamente, cuento con la ayuda de un experto en la materia para que promocione el relanzamiento de mi obra y así poder tener más difusión, porque uno no puede abarcar tantos medios a la vez y, afortunadamente, la editorial que me relanzó a costo cero, me ha brindado todo su apoyo. Con eso, no quiero dar a entender que descanse en ellos, porque yo sigo usando mi propia iniciativa para generar interés y captar lectores, aunque tengo que reconocer que no es un asunto fácil. Sin embargo, soy positiva al respecto y como mi autoestima no depende de las cifras de ventas alcanzadas por mi libro, ésta no se desplomará.

¿Te sientes una persona reconocida dentro del mundo literario?

Creo que es demasiado pronto para meditar sobre eso. Sería tan aventurado como hablar de transcender en el tiempo y casi tan absurdo como el más absurdo de mis relatos.

¿Cuáles son tus referentes literarios?

Creo que ninguno en particular, porque todos los escritores que he leído a lo largo de mi vida y que me han marcado, provienen de distintas épocas, lugares geográficos y poseen estilos diferentes entre sí.Podría nombrar a Dickens, Wilde, Poe, Baudelaire, Gustav Flaubert, Albert Camus, Borges, Sábato, Vargas llosa, Cortázar, García Márquez, Neruda, Mistral, Isabel Allende,Juan Rulfo, Horacio Quiroga, Daphne du Maurier, Truman Capote, Chejov, Tolstoi, Bulgakov, Ionesco,Agatha Christie, Alice Munro, Mijal Snunit a Goethe y a Shakespeare, pero quizás tome algo de cada uno, no lo sé. Soy ecléctica y quizás todos ellos sean un referente para mí.Lo que está más que claro es que el título de mi libro es una referencia a una de mis obras favoritas de William Shakespeare.

Si al escribir tuvieras la oportunidad de cambiar el mundo, ¿qué cambiarías?

Como son tantas las cosas que me gustarían poder cambiar, prefiero escribir para cambiar yo y así poder aportar algo positivo sobre el mundo y sobre los soñadores que anhelan poder cambiarlo.

Por nuestra parte eso ha sido todo, pero te invitamos a comentar lo que desees para finalizar la entrevista.

Cuando uno hace algo que creó con tanta pasión y con tanto esmero, por supuesto que uno espera que tenga la mejor recepción posible, pero sea como sea, si uno ama escribir debe continuar haciéndolo. Básicamente, en lo que a mí respecta, no me importa si leo en papel o en una pantalla, porque antepongo el contenido, no el formato. Es como no juzgar a un libro por su portada, aunque, cada vez que miro la mía, pienso que posee una delicada belleza y que tras ella deben estar contenidas un sinfín de historias a la espera de ser descubiertas y descifradas y siento tantas ganas de leer, Sueño de una noche de Relatos.

Todos los que componemos el proyecto “Adopta un Escritor” agradecemos tu colaboración.

http://adoptaunescritor.wixsite.com/misitio/single-post/2018/12/10/Sue%C3%B1o-de-una-noche-de-relatos

Imperdible

https://luzazulediciones.com/producto/sueno-noche-relatos-zoe-ruiz

Sueño de una noche de Relatos es, sin lugar a dudas, una obra que todo buen lector debiera adquirir. Su variedad temática que atrapa de principio a fin, su despliegue de ingenio y asombrosa creatividad, su hermosa portada y su impecable presentación, son algunas de las tantas cualidades que la hacen ser imperdible.

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El relato secreto

Encuentros

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Desde que Dios se transformara en Dios y Luzbel en Lucifer, ambos se reúnen cada cierta cantidad de años en algún lugar remoto de la Tierra para intercambiar opiniones sobre la humanidad. La idea no fue de ninguno de ellos; sin embargo, Dios considera que debe mantener a sus amigos cerca y a su enemigo aún más cerca.

1998. Punto Nemo

—Una vez más, he tenido que postergar un pacto con un aspirante a líder de una nación y emerger de las tinieblas para reunirme contigo, Maestro.

—No te victimices, abandonar tu antro de confort es cumplir con tu deber antagónico, Lucifer.

—Te noto más preocupado que de costumbre, ¿sucede algo malo?

—¿Que si sucede algo malo? Míralos, ellos son la respuesta a tu pregunta.

—Pamplinas, ellos no son ni la respuesta, ni la pregunta, ni la conclusión de nada, porque ni ellos mismos se entienden. No pierdas tu tiempo en nimiedades y recuerda que son solo humanos jugando a ser dioses.

—No te dirijas a mí en plural, Lucifer.

—A Dios, jugando a ser Dios, disculpa, pero tanto exceso de trabajo me confunde.

(Silencio).

—No me digas que los cachivaches que inventan los seres humanos para alcanzar el conocimiento te atemorizan.

(Silencio).

—Cualquiera, menos yo, podría jurarte que sus artefactos son inofensivos.

—Me atemoriza saber que los perfeccionarán gracias a tu ayuda. Te advierto que sus mentes son en extremo permeables y que debes contener tu malsana impulsividad para no dañarlos más de lo estrictamente necesario. ¿Estamos?

—Estamos.

—Ahora vete y regresa a tu guarida infernal.

—Y tú, a tu guarida celestial.

(Silencio).

—Quise decir a mi guarida infernal, que yo regreso a mi guarida infernal.

—Basta de estupideces. Por cierto, uno de mis mensajeros te dirá el lugar de nuestro próximo encuentro.

—Hasta entonces… Maestro.

Sin contemplar como Dios ascendía a los cielos, Lucifer, abriéndose paso entre los miles de objetos espaciales desmantelados que ocupaban el vertedero en el que, además, se encontraban fragmentos de satélites y trozos de la estación espacial Mir, se sumió en su propio infierno antes de regresar a las tinieblas.

2001. Cumbre del Kilimanjaro.

—Otra vez preocupado. ¿Qué se supone que hice mal?

—Que has hecho tu mal casi a la perfección.

—¿Casi?

—¡Idiota!, te advertí que eran vulnerables.

—Permíteme recordarte que soy tu némesis y que, como tal, mi desempeño consiste en estar a la altura de tu creación.

—Escucha —dijo Dios agarrando al demonio de las solapas de su capa confeccionada con alas de murciélagos, hecha a su medida—, ellos son mi creación, mía, mía, yo la hice, yo los diseñé, ellos son el resultado de mi trabajo, de mi imaginación, ellos son míos, ¡no tuyos!

—Si te importaran tanto, no serías tan permisivo —dijo Lucifer, mientras arreglaba los pliegues de su costosa capa.

—Un artista muere, pero su obra puede ser inmortal; por lo tanto, una creación que prevalece, se impone por sí misma.

—Entonces, tú eres un artista inmortal, pero tu obra, a pesar de tener vida propia, es mortal… ¿no te parece injusto?

—Injusto es que mates murciélagos para hacerte prendas de vestir, cretino sin consciencia de nada que no seas tú mismo.

—Creí que eran imitaciones, lo siento tanto, Maestro.

—Cierra la boca y márchate.

—Como digas, Señor.

Esta vez, no resistió su propia tentación de contemplar como Dios ascendía hacia la luz rodeado de paz y de seres que lo amaban para burlarse de él. Pero sintió que su propio infierno era el más oscuro de todos los infiernos. Entre triste y enojado, pensó que si tuviera el poder de retroceder el tiempo, no dudaría en usarlo para no volver a cometer el error que marcaría su existencia y, suspirando, descendió a las tinieblas para refugiarse en su diabólica ermita.

2018. Nevado del Ruiz

—Perdón por el retraso, pero una de mis cuentas falsas de Instagram fue denunciada por un mojigato que consideró que mi contenido era inapropiado y que inflingía las normas de la comunidad.

—Escucha pedazo de mitómano descarado, estoy al tanto de tus falsos perfiles y de cómo usas las redes sociales para ganar adeptos, porque la persona que te denunció pensó en mí antes de hacerlo. Sé que te has vuelto tremendamente popular; sin embargo, ellos buscan comprenderme a mí.

—¿Pretendes decirme que durante todo este tiempo ningún humano ha tenido acceso a tu cuenta?

—Dicho en esos términos, así es.

—Yo no los ayudé a perfeccionar sus cachivaches, ¿no será que descifraron tu contraseña megasecreta para entrar al #jardíndelEdén y hackear tu manzano del conocimiento?

—Deja de hablar como si fueras un adolescente y compórtate como un demonio adulto hecho y torcido.

—Qué tiempos aquellos. Aún recuerdo cuando montaste en cólera y los privaste del conocimiento.

—Fue por su bien.

—Te ceñiste a las Escrituras y me obligaste a convertirme en serpiente para tentar a una pareja de hippies recién casados.

—Lo hice para salvarlos

—Ese árbol era internet y la manzana era un smartphone, ¡admítelo!

—Qué más da… hagan lo que hagan, jamás tendrán acceso a un conocimiento que se escapa de su comprensión. Son básicos por naturaleza y tienden a humanizarlo todo, incluso a mí.

—Tienes razón, hasta afirman que creaste todo esta parafernalia en una semana.

—Siii, incluso citan frases que jamás pronuncié.

—Son tan ridículos.

—Son tan humanos. A veces, siento ganas de explicarles todo.

—Eres Dios, puedes hacerlo.

—Lo hago en cada momento, pero ellos esperan algo obvio, palpable, tangible, concreto, evidente, corpóreo, sólido, compacto, preciso.

—Ahórrate tus adjetivos y permíteme opinar que algunos son bastantes abstractos.

—No me hables de los abstractos, por favor, porque son los humanos más desesperantes de mi creación.

—¿En serio?

—Siempre andan por ahí, tomándose atribuciones irrisorias para explicar mi existencia por medio de números o de palabras que ellos mismos entrelazan para sorprender a los concretos.

—¿Palabras como las de este diálogo, por ejemplo?

—Sí, así mismo.

—Entonces, esta conversación no existe.

—Exacto, esta conversación es total y absolutamente inexistente; sin embargo, no me cuadra que se esté desarrollando de forma tan fluida

—Curioso. Si no me lo hubieras dicho, yo seguiría pensando que es real y que ambos estamos dialogando. Hasta creí que nuestros encuentros eran verídicos. ¿Será que descubrieron tu lógica paralela superlativa o que entraron a la dimensión conocida de la desconocida?

—Espero que no, sino sus androides los reemplazarán y dudo que sus mecanismos sin alma puedan discernir entre el bien y el mal.

—Permíteme recordarte que esta conversación no se está llevando a cabo.

—Ssshhht, baja la voz, y por una vez ayúdame a protegerlos. ¿No comprendes que nuestra existencia depende de ellos? —murmuró Dios, algo nervioso.

—Propongo un boicot en contra de todas las redes sociales, Maestro —susurró el ángel caído.

—Considero que un método de abordaje adecuado podría ser mucho más efectivo y eficaz que una conspiración, Lucifer.

—Pero una conspiración es un método de abordaje, ¿o me equivoco?

Dado que ambos estaban murmurando, el audio de la Creación se hizo cada vez más perceptible. De pronto, dos súplicas, dichas al unísono, retumbaron en el Nevado del Ruiz con un volumen y una nitidez abismante. Una, era de un niño que le pedía a Dios que no se llevara al cielo a su padre enfermo o que esperara para después de su cumpleaños, ya que este le había prometido el último modelo de iPhone de regalo. La otra, era de la madre del niño rogándole a la Virgen que salvara a su marido y que su hijo dejara de ser un consumista sin corazón.

Ambos enmudecieron y el Maestro pensó que se encontraba en una encrucijada, aunque, para ser sincera, no tengo la menor idea qué pensó o si pensó en algo, porque, ¿cómo voy a saber yo qué es lo que piensa Dios si ya es imposible saber lo que piensa otra persona y estos encuentros fueron idea mía?

Finalmente, Lucifer rompió el silencio y preguntó:

—Maestro, ¿por qué no retrocedes el tiempo y nos das a todos una segunda oportunidad para enmendar nuestros errores?

—Señores —dijo María, con un aplomo capaz de contener al universo en su máxima extensión—, como Madre es mi deber consolar a aquella madre, pues siento su sufrimiento como si fuera mío, así que les pido que se comporten.

Y dicho eso, dulcemente, dejó caer una de las rosas blancas más bellas del Jardín del Edén en señal de esperanza y de que se podía contar con ella siempre y para siempre.

Algo avergonzados, Dios y Lucifer dieron el encuentro por finalizado y se marcharon sin despedirse, pero sin rastros de rencor. Era indudable que esa rosa había sido como una piedra arrojada a una fuente y que la gratitud por haberla recibido sería como las ondas concéntricas que se extienden en el agua.

—Así sea —dijo una voz desde las alturas, otra desde la profundidad de las tinieblas y muchas, incluida la mía, desde la tierra.

 

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